Hermano canino.
Al pensar en el medio día del martes 10 de julio de 2007, en la memoria de muchos quedara uno de los días más fríos del invierno con -4 grados en Pudahuel.
Para mi familia la decisión más radical para el miembro menor de ella.
Fue en el año 89-90 cuando llegaste a la familia, en una caja, con el sobrino mayor y un hermano. Parecías un pon pon, y estabas lleno de pulgas. No te podíamos bañar aun, eras muy chico, casi recién destetado. Te ofreció la amiga de una de mis hermanas. Tus dueños era ella y su hijo, el nieto mayor. Era una tarde de primavera o de verano, no recuerdo muy bien. Evoco la negativa de mi padre para recibirte, no quería por ningún motivo un perro en la casa. No recuerdo como fue que lo convencimos, quizá por tus referencias: serias un poodles chico y no molestarías, y con el tiempo nos dimos cuenta que no sería tan así.
Buscando un nombre, el primero fue Fifi, como quería el sobrino. El segundo copo como escogió mi madre pero con el tercero te quedaste, NICKY, que lo sugirió uno de mis hermanos y a todos nos gusto.
Para mi familia la decisión más radical para el miembro menor de ella.
Fue en el año 89-90 cuando llegaste a la familia, en una caja, con el sobrino mayor y un hermano. Parecías un pon pon, y estabas lleno de pulgas. No te podíamos bañar aun, eras muy chico, casi recién destetado. Te ofreció la amiga de una de mis hermanas. Tus dueños era ella y su hijo, el nieto mayor. Era una tarde de primavera o de verano, no recuerdo muy bien. Evoco la negativa de mi padre para recibirte, no quería por ningún motivo un perro en la casa. No recuerdo como fue que lo convencimos, quizá por tus referencias: serias un poodles chico y no molestarías, y con el tiempo nos dimos cuenta que no sería tan así.
Buscando un nombre, el primero fue Fifi, como quería el sobrino. El segundo copo como escogió mi madre pero con el tercero te quedaste, NICKY, que lo sugirió uno de mis hermanos y a todos nos gusto.
Educarte creo que no fue tan difícil, como eras tan pequeño y lindo nos encariñamos inmediatamente. Fui uno de los que en principio colaboró en ello. Recuerdo unas noches en las que te acompañe, te oía llorar por estar solo, te sacaba pensando que era eso, y no. Ahí salía, un rato a acompañarte, mientras dabas tu vuelta mirabas para todos lados y no hacías nada. Pucha! Hasta que te fuiste acostumbrando.
Mi padre no te quería dentro de la casa, y se sugirió que mientras fueses pequeño estarías dentro. Paso el tiempo y no hubo quien te saque. Eras un perro de interior, faldero y no de patio. Te convertiste en el regalón de la casa, la primera mascota mas activa, antes de ti hay una tortuga (ahora 2).
Te salvaste de varias, primero un parvovirus que casi te mato cuando eras chico, producto de los dulces que te traía mi papá, que eran unos chocolates con forma de auto, o doblones. Yo creo que con eso te conquisto ya que desde ese periodo jamás te separaste de el o mi madre. Te volvías loco con las frases “la mama” o “el papa”
Los salías a buscar cuando te avisaban que venían.
Al principio te peinábamos seguido, luego regular y después solo al terminar de bañarte. Mientras eras charcón te veías muy lindo y al momento de que se te apelotonaron los pelos se decidió pelarte. Como olvidar ese acontecimiento, tu primer corte de pelo, te llevaron a la peluquería en la mañana, cuando mi sobrino te vio al llegar del colegio se puso a llorar, hasta pensó que te habían cambiado. Ja ja te veías muy raro hasta maricueco como te dijeron por ahí. - No se pudo hacer otra cosa – (dijeron en la peluquería) por las pelotas de pelo que tenias… no tejabas peinar.
Recuerdo una vez en que tuve un conejo y lo deje en la cocina un rato, este se fue a tu comida y la comenzó a probar, tú al darte cuenta, tomaste tu posillo y te lo llevaste a otro lado. Todos los presentes quedaron atónitos por la reacción que tuviste y el conejo… como que quedo pa dentro ja ja ja en fin…
Tu sillón… ese que era nuestro y te lo quedaste y cuando alguien se sentaba te metías por el lado y lo sacabas. Eras muy fundido.Mi hermano te hizo un catre bonito y a tu medida, lo ubicamos bajo la mesa de la cocina, cuando voló la mesa de ahí, salio el catre y no recuerdo que fue de el, solo quedo el colchón.
Recuerdo que mientras estaba en el colegio, me pagaban por bañarte, también te paseaba.
Conocías el ruido y la bocina del furgón te tuvo mi padre al que le decíamos “LOLY”,
Cuando llegaba abríamos el portón y tú salías corriendo, te dabas una vuelta en la calle y te subías al auto cuando te abrían la puerta. De repente te dejábamos sobre la guantera y parecías un muñeco de peluche. Cuando salíamos y nos acompañabas abríamos la ventana en la cual te asomabas e ibas todo el rato con la cabeza fuera y sacando la lengua. Nos acompañaste a muchos lados…
Cuando tocaban el timbre de la casa, eras el primero en salir y no parabas de ladrar, no se podía entrar en dialogo con la persona al otro lado del portón, también con eso te sacábamos de tus escondites, no se podía decir la palabra baño ya que altiro te escondías bajo la cama de mis padres o mesa etc.
Eras el tonto por lo huesos Cindy y cuando encontrabas uno de verdad uf, que era difícil quitártelo, nos dábamos cuenta de ello cuando estabas metido entre las calas y al acercarse mostrabas los dientes y tirabas a morder.
La llegada de los sobrinos. No estabas acostumbrado a los niños y después del año todos ellos en algún momento conocieron tu mal humor, mordiste a la mayoría, eran apretones solamente, pero quedaban llorando y no te molestaban más. Cuando jugábamos y me mordías la mano de vez en cuando fingí que me dolía y no lo volvías a hacer.
Te asustaban los juegos artificiales, la juguera, relámpagos o cualquier ruido fuerte te escondías de inmediato bajo la cama.
A los gatos los perseguías, a las polillas y las moscas quizá cuantos bichos te comiste en tu juventud.
La llegada del Atón cambio tu forma de ser y tu genio, de primera mientras el era cachorro, se llevaron bien, después la convivencia fue caótica, las peleas entre ustedes casi a muerte provocaron para uno el destierro, volviéndote a ti el antagonista. Pero que podías hacer si solo estabas defendiendo tu espacio, aunque salías siempre perdiendo eras el que quedaba peor, alomejor porque ya no eras tan joven.
Tenias la costumbre de andar a todos lados con el papá, donde estaba el ahí andabas tu, cuando el se sentaba tu estabas a su lado, o bajo la silla. Consecuencia de ello, te paso la media talla, supe que a mi papá se le desarmo la silla de playa o la rompió y cayo encima de ti, creo que fue muy gracioso. El, sin poder pararse y tu sin poder salir. Y así un montón de cosas mas que nos hiciste vivir
En los últimos años comenzaste a decaer, comenzó primero una sordera, luego lentamente comenzaste a quedar ciego. La sordera, nos fuimos dando cuenta cuando ya no salías cuando tocaban el timbre, no respondías a tu nombre. La ceguera, cuando a los cambios de luz retrocedías como si te fueran a pegar, en los parte donde cambiaba de soleado ha sombreado, te atravesabas y nos tropezábamos contigo. Ya no molestabas como antes eras en definitiva un verdadero abuelito.
No perdiste el olfato y menos tus dientes te viste siempre bien, pero ya no ladraste mas, salvo en unas oportunidades en que entro gente extraña de casa. Ya no te dimos mucho tiempo en ese estado. Te perdías en el patio, comenzabas a dar vueltas en círculo interminables. Había que salir a buscarte y guiarte. Ya no comías parado lo hacías sentado y en el último tiempo acostado. Dormías de una forma extraña, me recordaba a un dibujo animado de la era del hielo, el oso, el tronco en el colchón y tu cabeza en el suelo.
En los últimos meses se estaba evaluando tu condición, ya no se podía salir tranquilamente. Nos daba mucha pena verte de esa manera. ¿que podríamos hacer : dejarte y esperar tu final con ese sufrimiento? O dormirte en el corto plazo.
Pobre kike - (decía mi papá) cuando te veía chocar con los muebles, cuidado NICKY FLAITE, te decía yo, cuando andabas un poco sucio, pero con cariño.
Hay cosas que jamás se borraran de mi mente, como esa fase de mi padre cuando le pregunta a mi madre, - ¿me perdonara Dios si lo duermo?
Yo era partidario de dejarte vivir, pero estabas sufriendo. No hubiésemos soportado verte peor.
Fue de un día para otro, el domingo se tomo la decisión de inyectarte, el día lunes después de cortar el pasto se cabo un hoyo para sepultarte. Martes 10 de julio de 2007, como tenía cosas que hacer, pedí a papá que me espere. Lo acompañaría. Había sol, pero estaba muy frío.
Cuando llegue estaba casi todo listo. El auto afuera y la funda se su colchón preparada para envolverlo. La puse cubriendo el asiento, te tome y te puse encima, Mi madre se despidió de ti y salimos. Todo el camino me sentí muy mal, mientras acariciaba tu pelaje, recordaba todo nuestras vivencias, no podía contener las lagrimas llore todo el camino, cuando llegamos al lugar seque un poco las lagrimas y entramos. El señor sugirió colocarte de lado, amarro tu hocico y me pidió que sostuviese tu cabeza. Tenía una jeringa lista, mientras mis manos afirmaban tu cabeza procedió a buscar tu corazón y te inyecto, te moviste en señal de rechazo a lo que estaba pasando, las lagrimas corrían por mis mejillas, no quise ver a mi padre que te quería mucho mas que yo. Si a mi se me estaba partiendo el alma verte, no quise ni imaginar lo que él estaba sintiendo. Mientras acariciaba tu cabeza veía la jeringa llenarse de sangre, vaciaron el líquido y por fin la desprendieron de tu pecho. Seguí acariciando tu cabeza, tu pelaje, no te dije adiós ya que no estabas oyendo y al cabo de unos minutos comenzaste a dormir, esta vez eternamente, fue muy rápido. Al momento de partir te envolví en la funda del colchón con la cabeza despejada y con lágrimas en los ojos nos fuimos al auto, te lleve todo el camino en brazos. Al llegar a casa mi madre no te quiso ver, sin duda fue lo mejor. Al momento de proceder a sepultarte me resistí un poco, estabas aun tibio no podía creer que estabas ya sin vida, que no respirabas, y continuamos, cuidadosamente puse tu cuerpo en la fosa que comenzamos a rellenar. Todo termino.
Estos días sin ti han sido raros, no me acostumbro a que no estas, cuando llego de noche tiendo a entrar despacio para no tropezar contigo, y de día creo que te veré en el patio o al abrir la puerta.No se por que, pero siempre imagine que tendrías otro final, que te irías en el sueño o algo mas natural.
Te extrañaremos hermano menor.
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